Hay que notar que actualmente casi todas las empresas tienen una seria preocupación por sus costes energéticos, y afortunadamente hay una aceptable proporción de las que tienen sus instalaciones ajustadas para un mínimo consumo, y además un mínimo coste de acuerdo con la reglamentación vigente; sin embargo, hasta la aparición del Decreto 2660/1983, existía una gran dispersión de legislación sobre facturación eléctrica, a lo que se unía, en general, un gran desconocimiento de la misma, ello hacía que en muchas empresas fuesen altos los costes energéticos, por no aprovechar adecuadamente los recursos que la reglamentación les permitía. Detectado este problema, se trato de ofrecer el servicio correspondiente, el cual fue bien acogido, y como decíamos antes, permitió contactar con una clientela potencial para otros servicios de ingeniería.
INIPEL ofrece sus servicios para realizar el control periódico y sistemático de la instalación y la facturación gracias a su software propio compatible con los sistemas de lectura de los clientes.